domingo, 26 de agosto de 2018


A continuación más información sobre el Sol:


En el cielo las estrellas...

    Las estrellas, del mismo modo que el Sol, son inmensas bolas de gas en proceso de fusión nuclear que desprenden enormes cantidades de energía al espacio. Por este motivo, las miles de estrellas que vemos durante la noche, son soles que, al estar mucho más lejos que el Sol, nos parecen muy pero muy chiquitos. El tamaño de las estrellas es muy variable. A las estrellas más grandes se las llama supergigantes y, a las más pequeñas, enanas. Por ejemplo, nuestro Sol está clasificado como una estrella enana amarilla.

Las enormes cantidades de energía implican luz y calor, por lo tanto, son cuerpos que emiten luz. Es decir, que el Sol es una estrella, y es la única en el Sistema Solar.

   El color amarillo del Sol indica que, en el borde, su temperatura es cercana a los 6000 grados centígrados. Al ser, fuente de luz y calor, y por lo tanto, de la vida en el planeta (no es el único factor), el hombre en el transcurso de la historia lo ha adorado.

 La distancia del Sol a la Tierra es de 150.000.000 km o 1 un año luz (AU). Mientras que la distancia de la Tierra a la próxima estrella más cercana es de 41,3 billones de kilómetros o 4,37 años luz.

domingo, 12 de agosto de 2018


A partir de sus dibujos sobre el Sistema Solar...

¿Qué elementos hay en tu dibujo?
¿Hay algún centro? ¿Qué elemento lo ocupa?
¿Qué elemento falta?

¿Cómo hicieron para imaginarlo?

A continuación se presenta información sobre lo que representaba el Sol en diferentes culturas.
Registren en sus carpetas:

1)   ¿Qué importancia le daban al Sol?
3)     ¿Qué coincidencias interculturales reconocen en relación al lugar que el Sol ocupaba?


Según los egipcios...


Estatua de Hathor, en el museo de Luxor, portando el disco solar.
Para los egipcios el sol representaba germinación, calor y luz. Esto hizo que las deidades solares fueran importantes.
En Egipto, el culto al Sol prevaleció durante siglos y se asoció su poder a muchos dioses, como Horus, Ra, Uadyet, Sejmet, Hathor, Nut, Isis, Bat y Menhit. A partir de la quinta dinastía, los dioses locales se funden con Ra para crear divinidades sincréticas: Atum-Ra, Min-Ra o Amón-Ra.
Durante la dinastía XVIII, el faraón Akenatón cambió, temporalmente, el politeísmo que se practicaba en Egipto, proclamando un monoteísmo en torno a Atón, representado por el disco solar, posiblemente para contrarrestar la gran influencia del clero de Amón.                                                                                                        


Según los mesopotámicos...



El dios sumerio del sol Utu (en acadio Shamash), que era al mismo tiempo dios de la justicia, jugó un importante papel en la zona mesopotámica durante la Edad del Bronce. Formaba parte de una tríada astral junto al dios lunar Nanna (en acadio, Sin) y la diosa del amor y de la guerra Inanna, cuyo símbolo era la estrella de la mañana.
Utu era el señor de la luz y por su posición estelar podía ver todo lo que pasaba en la Tierra y por eso podía impartir justicia.


Según los griegos...



En Grecia, el dios del sol era Helios quien era concebido como un hermoso dios que usaba una corona aurífera de gran y poderoso brillo. Él conducía un carro por el cielo cada día hasta el océano, río perfecto que circundaba la tierra, Gea.
Homero señala al carro de Helios como tirado por toros de fuego, aunque Píndaro lo escribió que por «corceles que
 arrojaban fuego».
Hesiodo también indica a Eos como una diosa solar griega asociada a la aurora, siendo hija del titán Hiperión y Teia.


Según los Incas...

   



La cultura inca, asentada en lo que hoy es el Perú, Ecuador, Bolivia, parte de Chile y Argentina tenía como deidad más importante al Dios Sol llamado Inti. El Inca o emperador, era considerado hijo de Inti. Se dice en la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo que ellos fueron enviados por su padre el Sol. Considerado por las dinastías incaicas como el Sumo Hacedor. Con la colonización española, y la religión católica impuesta, los súbditos del imperio inca fueron obligados a que dejaran de adorarlo. La esposa de Inti, Quilla, era la Luna, diosa de la mujer y de los quehaceres femeninos. En honor al dios sol se celebra cada 24 de junio el Inti Raymi y en diciembre el Cápac Raymi.


  Según los Mayas...


Señor del ojo del sol. En la mitología maya, Kinich Ahau era el dios del Sol y patrono de la música y la poesía; estaba casado con Ixchel, la Luna. Se le considera una de las advocaciones de Itzamná o Zamná.
Era el gobernante de los dioses, y como tal solucionaba los problemas y distribuía las tierras entre los diferentes pueblos. También era el dios de la guerra.3
Los sacerdotes de sus templos recibían el nombre de Ah Kin, los del Sol y del Tiempo, y profetizaban el futuro de los hombres.


Según los Aztecas...

Tonatiuh o Tonatiuhtéotl (en náhuatl: tonatiuh, ‘el sol’tonatiuh, sol’)? en la mitología Azteca es el dios del Sol. El pueblo mexicano lo consideró como el líder del cielo. También fue conocido como el Quinto Sol, debido a que los mexicas creían que asumió el control cuando el Cuarto Sol fue expulsado del cielo, y de acuerdo a su Cosmogonía, cada sol era un dios con su propia era cósmica y según los aztecas, ellos aún se encontraban en la era de Tonatiuh (Nahui-Ollin).
Según cuenta el mito mexica que los dioses, después de la muerte del cuarto sol, buscaban al quinto nuevo sol. Encontraron a dos dioses, a Tecusiztécatl, un hombre cobarde pero orgulloso de sí mismo, y Nanahuatzin, un dios noble y muy pobre. Cuando se sentaron alrededor de la pira (fogata para sacrificios) dijeron los dioses que debían sacrificarse en la misma pira para ser el quinto sol. Tecuciztécatl se metió en la pira y del dolor, se salió. Quedó manchado y se cuenta que así surgieron las manchas en el jaguar. Después de la cobardía de Tecuciztécatl, Nanahuatzin se metió en la pira, salió una chispa hacia el cielo y éste mismo se iluminó, surgiendo así el quinto sol. Luego de ver Tecuciztécatl al dios pobre, que se había convertido en el quinto sol, le dio envidia y se metió en la pira. Así surgió una nueva chispa, se lanzó al cielo y apareció un segundo sol. Era invencible. Llegó el momento en que lo mataron los dioses menores. En todo el trayecto de la batalla de los dioses menores con Tecuciztécatl, Nanahuatzin se quedó callado. El segundo sol, murió porque uno de los dioses menores le lanzó un conejo y lo atravesó. De esta forma, murió y se convirtió en la Luna, y se cuenta que vemos un conejo en la Luna por el conejo que le lanzó el dios. Nanahuatzin luego de esto, se autonombró Tonatiuh.